2 solomillos de cerdo
200 g de ciruelas pasas deshuesadas
250 g de frutas deshidratadas
50 g de piñones
Sal gorda
Aceite de oliva virgen extra
1 vaso de vino blanco
2 vasos de agua
100 ml de nata líquida
Con la ayuda de un utensilio alargado traspasamos las piezas a lo largo para facilitar un canal para insertar el relleno, como una aguja de mechar.
Introducimos un dedo en el agujero para ensancharlo y vamos introduciendo las ciruelas una a una hasta rellenarlos por completo. Veremos como la pieza aumenta su grosor. Cerramos el lado más delgado a modo de solapa y lo aseguramos con un palillo.
Espolvoreamos las piezas de carne con sal gorda y las freímos en una sartén con aceite muy caliente a fuego vivo. Dejamos que se cocinen por todos los lados, y que adquieran color.
Cuando la carne esté cocida la rociamos con el vino blanco y dejamos que reduzca 2 minutos. Añadimos las frutas deshidratadas y bañamos con el agua. Tapamos la sartén y dejamos que se cocine durante 10 minutos a fuego medio.
Quitamos la tapa y dejamos que reduzca la salsa por 5 minutos o hasta que tenga una consistencia adecuada.
Añadimos la nata líquida, bajamos el fuego y movemos la sartén hasta que la salsa tome una consistencia melosa.
Cortamos los solomillos en filetes gruesos.
Y los colocamos sobre la salsa con la guarnición de fruta.